De izquierda a derecha, Fraser Thomson, Alice Thomson y David Thomson
- David Thomson, Kirkton of Beath Farm
El proyecto incluyó el reacondicionamiento de las instalaciones de ordeño y la sustitución de las camas de paja por cubículos, además de añadirse robots de ordeño automáticos. La familia buscó las ofertas que había en el mercado competitivo, incluyendo el soporte de los distribuidores locales. Establecieron una estrecha colaboración con DairyFlow, distribuidor de GEA, y viajaron hasta los Países Bajos para observar el GEA DairyRobot R9500 por su cuenta. Impresionados por su rápida conexión y su diseño operativo sencillo, y confiando en el soporte que recibirían de DairyFlow, se dieron cuenta que los robots serían algo más que una simple compra.
David cree que la flexibilidad que proporciona esta tecnología es un factor muy importante, especialmente en granjas mixtas como la suya.
- David Thomson, Kirkton of Beath Farm
Otra ventaja añadida es que una sola unidad de suministro se puede conectar a 3 robots, reduciendo los costes. La caldera de biomasa proporciona agua caliente gratis y los costes de refrigeración de la leche se minimizan con el refrigerador de placa de alta capacidad, gracias a su producción lenta y estable.
Por lo tanto, decidieron invertir en el futuro de su negocio actualizando su sala de ordeño 10 x 20 Westfalia SwingOver con tres robots de ordeño automático de GEA
Como dice David, “Hemos cambiado nuestro estilo de vida”. El primer ordeño con los nuevos robots tuvo lugar en enero de 2018; después de meses de duro trabajo, ahora recuerdan esta decisión como la mejor que han tomado. El robot ha alcanzado sus objetivos en cuanto a la reducción de los recuentos de células somáticas y las tasas de mastitis, a la vez que ha incrementado la producción de leche. La familia ahora ordeña un promedio de 3,4 veces al día, con unas cifras de Bactoscan de 11 y un recuento celular de 165.
Dado que el proyecto está en sus primeras fases y aún requiere ajustes, hay mucho espacio para la mejora. Tenían algunos retos en cuanto a trabajar alrededor de una edificación y entrenar a las vacas en el uso del sistema de robots. La producción de leche cayó al principio, aunque se recuperó al cabo de 2 semanas hasta sus niveles iniciales, creciendo de manera sostenida después. El equilibrio entre la alimentación en el robot y en la valla ha sido crucial a la hora de conseguir visitas y productividad.
Pensando en el futuro de la industria lechera, de la cual ha formado parte durante 40 años, David cree que ha tomado la decisión más acertada para su negocio y su familia. “Nadie se hace millonario en este negocio”, dice, “pero prefiero estar en el sector lácteo que en cualquier otro. Estamos suministrando un producto fresco que se vende en los establecimientos locales de la cadena Sainsbury. Hay muchos retos potenciales en el horizonte, aunque también muchas oportunidades”.