Las explotaciones lácteas de propiedad femenina que actualizan sus instalaciones con la última tecnología de AMS para mejorar la eficiencia del ordeño y la salud del rebaño
Las hermanas Lesley y Katie Bryson con sus hijos en las explotaciones lácteas de Carl-Lou
Las hermanas Katie y Lesley Bryson trabajan juntas en la explotación láctea de Carl-Lou en Watford, Ontario, Canadá. Habiendo crecido en la granja, valoran mucho este estilo de vida y están agradecidas de tener la oportunidad de criar a sus hijos también en este lugar.
A la edad de 12 años, mientras cursaba el octavo grado de primaria, el abuelo de Katie y Lesley se hizo cargo de la granja familiar de los Bryson cuando progresó la poliomielitis de su bisabuelo. Fueron los primeros granjeros del condado de Lambton en poner unasala de ordeño (4 establos) porque a su bisabuelo le encantaba ordeñar pero no podía agacharse. En 1959 sus abuelos compraron la actual explotación láctea y la llamaron Carl-Lou en honor a ellos mismos, Carl y Lucy Bryson. A lo largo de los años, el abuelo Carl hizo muchas cosas en la comunidad agrícola, como tener una gran explotación individualizada, mostrar el ganado y distribuir los equipos agrícolas Badger. De todo esto, su principal pasión (¡además de su esposa, por supuesto!) era el ordeño.
Entre la agricultura, su trabajo personal y sus hijos, Carl necesitaba ayuda y en 1979 puso un anuncio a nivel nacional para un puesto de ganadero. A través de una larga cadena, Alan Bryson solicitó el puesto desde Inglaterra. Nadie solicitó el puesto en la localidad, así que Carl ayudó económicamente a Alan para que viniera a vivir a la explotación. Una cosa llevó a la otra y Alan se casó con el amor de su vida, Darlene, la hija más joven de Carl. Durante los años, siguió siendo el principal ganadero, e inculcó el amor por la agricultura a sus dos hijas, Katie y Lesley.
Tras el fallecimiento de su abuelo Carl, Katie y Lesley compraron la explotación láctea con el objetivo de “devolver a la granja sus años de gloria”. Alan había planeado ser el mentor y ayudar a sus hijas con la gran curva de aprendizaje que supone dirigir una explotación de este tipo, pero lamentablemente falleció tras un accidente de automóvil un año después de que las hermanas se convirtieran en propietarias. Katie y Lesley afirman: “Esta tragedia afianzó nuestra decisión de triunfar. Estamos muy orgullosas de que esta granja sea propiedad solo de mujeres”. Como madres jóvenes, esto tambiénlas empujó a informarse sobre los robots cuando llegó el momento de actualizar su obsoleta sala de ordeño. Además, era importante para ellas encontrar la manera de que funcionara dentro de sus instalaciones actuales.
Estamos muy orgullosas de que esta granja sea propiedad solo de mujeres”.
DairyRobot R9500 de GEA, la base de su éxito
Se decidieron por el robot DairyRobot R9500 de GEA en su establo existente, e hicieron renovaciones para añadir establos con arena y una unidad por detrás del robot. Tras la puesta en marcha del robot, se retiró la sala de ordeño y se añadió un segunda unidad en su lugar. “¡Estamos más que sorprendidas por lo bien que ha ido la transición! Al cabo de una semana desde la puesta en marcha, la mitad del rebaño se había adaptado perfectamente a pasar por el robot. A las demás mujeres les encanta, y hemos visto cómo mejora la salud del rebaño y aumenta nuestra capacidad para vigilar y detectar las enfermedades antes de que se produzcan. La actualización fue un éxito, y animamos a otras mujeres que puedan estar en una situación similar a que no duden en implementarlas. Damos las gracias al equipo de Dairy Lane System, que nos dio esta opción y no la típica respuesta de que “hay que construir un nuevo establo”.
Las hermanas Bryson han actualizado su explotación láctea con la tecnología más reciente para mejorar la eficiencia del ordeño y la salud del rebaño.
La actualización fue un éxito, y animamos a otras mujeres que puedan estar en una situación similar a que no duden en implementarlas. Damos las gracias al equipo de DLS, que nos dio esta opción y no la típica respuesta de que “hay que construir un nuevo establo”.
Estupendos resultados hasta la fecha
Son un orgulloso rebaño mitad Holstein, mitad Jersey con una media hasta ahora de 2,79 visitas al robot. “38,6 kg es el mejor promedio desde que empezamos, esta cifra puede no parecer gran cosa, pero apenas superábamos los 28 kg con la sala de ordeño. Con los animales entrando en un pico más alto y más largo, tenemos diez vacas que producen más de 45 kg; de ellas, seis están por encima de 50 kg, con una en 63,4 kg a los 82 días de ordeño”.
¡Las hermanas están más que sorprendidas de lo bien que fue la transición! Al cabo de una semana desde la puesta en marcha, la mitad del rebaño se había adaptado perfectamente a pasar por el robot.
Agradecemos a Mark Wescott de Dairy Lane System, Komoka, Ontario, Canadá, esta historia y las fotos.
