La calidad paga dividendos - La pequeña fábrica de cerveza que apuesta por conservar los recursos
Con sede en Bischberg, en la región alemana de Franconia, la Hausbrauerei Zur Sonne es, sin duda, una cervecería pequeña, pero esta moderna empresa familiar tiene una macrovisión de la tecnología. Las bombas GEA Hilge HYGIA encajan en ese planteamiento y han pasado de generación en generación. Las bombas higiénicas no solo ayudan a esta cervecería tradicional a reducir el consumo de energía, sino que además prácticamente no requieren mantenimiento.
La familia Schuhmann es propietaria de la cervecería desde 1856. Franconia es una zona del país con una fuerte tradición cervecera que todavía está representada por más de 230 fábricas de cerveza. Muchas de estas fábricas siguen sirviendo su producto, principalmente en sus propios bares. La planta de Zur Sonne, de 450 metros cuadrados, produce un total de 8.000 hectolitros anuales y cuatro variedades de cerveza: la variedad de trigo Sonnen, la kellerbier oscura Zunft Trunk, la lager pálida Urtyp Hell y la pilsener Sonnen. Una quinta variedad, una adición de temporada a la gama, es la cerveza de estilo Sonnenbock. Según Christian Schuhmann, cervecero de quinta generación, la empresa distribuye su cerveza en un radio de exactamente 18 kilómetros desde la torre de la iglesia de la ciudad. Y esa no es la única forma en que la empresa destaca el carácter local de la cerveza. La elección de las materias primas y los consumibles, así como del fabricante de los equipos, es marcadamente regional.
Un buen año para la cerveza
Dato curioso: La bomba GEA Hilge HYGIA más antigua de la cervecería Zur Sonne se fabricó el mismo año en que nació Christian Schuhmann: 1972. Cuando se incorporó a la empresa en 1990, heredó la bomba. Utilizada para la filtración, la increíblemente fiable HYGIA lleva 50 años en funcionamiento y pronto pasará a la sexta generación de cerveceros. Hace poco, el hijo de Christian Schuhmann superó con éxito el programa de maestro cervecero de la Academia Doemens.
El comienzo de la relación de la familia con las bombas Hilge se ha perdido en la historia. “Mi padre se mantuvo fiel a sus bombas Hilge y yo seguí utilizándolas después de mi examen de certificación como aprendiz porque me impresionó su tecnología robusta y fácil de mantener”, dice Schuhmann. Durante su programa de maestro cervecero, en 1993 y 1994, conoció a Stephan Gögl, de Hilge, y ambos han mantenido una estrecha relación desde entonces.
Menos recambios que los dedos de una mano
Zur Sonne es una microcervecería y las máquinas no se utilizan todos los días. Cuando el equipo elabora cerveza de cuatro a seis veces por semana, la bomba de filtración funciona de seis a siete horas seguidas. Cada vez, entra en acción de forma fiable. Además, su mantenimiento es mínimo y, aparte del cierre mecánico, apenas hay piezas de desgaste. El cabeza de familia destaca no solo la larga vida útil de las piezas de recambio y en su disponibilidad a corto plazo, sino también el hecho de que todas las bombas comparten un diseño idéntico y, por tanto, los recambios se adaptan a cualquiera de sus bombas HYGIA, sea cual sea su fecha de fabricación. “No mantengo grandes volúmenes en stock. En todos mis años en este negocio, solo he tenido que sustituir la junta del filtro de la bomba unas tres veces”, dice Schuhmann sonriendo.
Una empresa familiar en sintonía con los tiempos
En la actualidad, la microcervecería emplea un total de once bombas GEA Hilge HYGIA, algunas de las cuales son totalmente automáticas. Se ponen a trabajar principalmente haciendo circular cerveza y líquido de limpieza por los bloques caliente y frío. La empresa familiar considera que la manipulación cuidadosa del producto es una máxima prioridad, por lo que las bombas están controladas por frecuencia. Existen tanto dispositivos asistidos como los que se encuentran en el armario de control. “Las bombas de velocidad variable son eficientes desde el punto de vista energético. Y conservar la energía es algo muy importante hoy en día. Aunque automatizar el sistema fue todo un reto, no nos estancamos en nuestras costumbres. Si nunca se preocupa por las actualizaciones, tarde o temprano tendrá que renovar todo a la vez, porque, de lo contrario, el retraso en las inversiones se hará insuperable”, explica Schuhmann. Por eso siempre se esfuerza para que, a pesar de su tamaño, la cervecería Zur Sonne se mantenga al día en tecnología, y en sintonía con los tiempos, pues invierte periódicamente en su equipamiento. Poco a poco, los microcerveceros de Bischberg han modernizado sistemáticamente sus equipos antiguos con soluciones más sostenibles para ahorrar energía.
En 2014, los cerveceros de Franconia instalaron una moderna línea de llenado automático que reduce significativamente los tiempos de embotellado. Antes, todo el trabajo tenía que hacerse a mano. Junto con el proceso de modernización, la cervecería Zur Sonne ha invertido en una nueva bomba GEA Hilge HYGIA cada diez años.
La sala de cocción y sus tres bombas GEA Hilge se gestionan de forma totalmente automática mediante un sistema de control de proceso Siemens Simatic PCS7. Esto plantea la duda de si los sistemas de control son usuales para las cervecerías a pequeña escala como esta empresa familiar. Según Christian Schuhmann, este tipo de soluciones están muy extendidas. Cada vez más empresas han optado por ellas porque aumentan la fiabilidad, al tiempo que reducen los costes de mano de obra.
Siempre sin detenerse
Pero, ¿sigue teniendo sentido la antigüedad de 1972 en la nueva configuración? Para Schuhmann, la respuesta es un sí rotundo. Después de todo, su primera HYGIA nunca le ha defraudado. Hace unos años, incluso se dotó a la bomba de un convertidor de frecuencia y controles automáticos. Como parte de una modernización implementada con gran puntualidad, la automatización de la bomba aumentó enormemente su valor y le ha dado una nueva vida. “¿Por qué debería prescindir de una tecnología tan sólida? Siento verdadera debilidad por esa bomba, forma parte de la historia de mi vida y me recuerda a mi padre”, afirma Schuhmann convencido. Mientras siga funcionando, aquí permanecerá.
Asociarse para ofrecer la solución perfecta
Solo había un pequeño obstáculo. En 2014, la cervecería Zur Sonne adquirió dos tanques externos adicionales. La bomba debía transportar la cerveza corriente arriba y, además, enjuagar el detergente durante la limpieza CIP. Hay que hacer algo para que una bomba realice dos trabajos. “La solución fue un convertidor que funciona a diferentes frecuencias y el equipo de ventas se aseguró de que tuviera toda la ayuda que necesitaba para instalarlo”, dice el maestro cervecero.
“GEA Hilge me asesoró muy bien y todo está funcionando de maravilla, tal y como planeamos. La cerveza prácticamente circula sola, que es exactamente lo que necesitamos como pequeña empresa”.
