Big data: una transformación de la salud animal y el bienestar de las vacas

17 de junio de 2024

Identificar a tiempo los problemas de salud animal es crucial para la producción sostenible de alimentos. El Internet de las Cosas (IoT), los sensores y el procesamiento de Big Data permiten la supervisión en tiempo real, alertando a los ganaderos de los problemas de sus animales para que puedan intervenir a tiempo. GEA ha incorporado recientemente un sistema pionero de IA a sus soluciones para ayudar a los ganaderos a combatir las cojeras del ganado, contribuyendo a mejorar el bienestar animal y la productividad.

La industria láctea innova constantemente para reducir el impacto medioambiental de la producción de leche. Lo hace centrándose en temas como la reducción de emisiones o la disminución del nivel de consumo de agua y energía. Estos esfuerzos están impulsados por la necesidad de satisfacer la demanda en continuo aumento de leche y productos lácteos, debido a una población mundial en crecimiento y una clase media cada vez más numerosa.
Un factor importante para que la ganadería lechera sea más sostenible es la salud de las vacas. El bienestar y la buena salud del rebaño son la base del éxito de cualquier explotación lechera y requieren la atención constante de los ganaderos. 

Importancia del bienestar animal para una producción láctea sostenible

Las vacas sanas y bien cuidadas sufren menos enfermedades y, por tanto, producen más leche de mejor calidad. Esto aumenta los ingresos de los ganaderos al tiempo que reduce los costosos gastos veterinarios. Además, las granjas con normas de bienestar estrictas están mejor preparadas para adaptarse a los cambios en la normativa y a las demandas del mercado. Estas explotaciones pueden mejorar su resistencia a las crisis, como los brotes epidémicos, manteniendo la salud general del rebaño y reduciendo la aparición de enfermedades como la cojera. Las granjas que practican una buena cría de animales y dan prioridad a la salud animal son capaces de atraer mano de obra cualificada con mayor facilidad, lo que resulta esencial en tiempos de su escasez. Un menor índice de rotación de empleados en las explotaciones lecheras favorece un mejor rendimiento empresarial.  Además, las granjas que dan prioridad al bienestar animal tienden a convertirse en líderes del sector, impulsando la innovación y estableciendo normas que mejoran las relaciones en las comunidades locales y con otras partes interesadas. Por último, desde el punto de vista medioambiental, las buenas prácticas de bienestar animal se alinean de forma natural con los métodos de ganadería sostenible, que pueden reducir su huella medioambiental. Por ejemplo, las vacas sanas son más eficientes a la hora de convertir el pienso en leche, optimizando el uso de recursos y reduciendo los residuos.Lucha contra la cojera en el ganado lecheroUno de los mayores retos para las vacas lecheras de alta producción es la cojera. La causa principal suele ser una enfermedad de la pezuña debida a una lesión o infección. Una revisión entre más de 50 estudios sobre la cojera de las vacas lecheras publicada en el Veterinary Journal 2023 resumió una prevalencia media de alrededor del 23% de cojeras en vacas lecheras en todo el mundo, con una prevalencia variable según la región y las condiciones de manejo. Este trastorno es extremadamente doloroso y tiene un impacto muy negativo en la salud y el bienestar de las vacas. Por ejemplo, una vaca coja produce menos leche y si no se trata la enfermedad, puede ser eliminada del rebaño. El coste de la cojera, que incluye pérdidas de producción de leche, menor rendimiento reproductivo y facturas por tratamiento veterinario –que pueden ascender fácilmente a cientos de dólares– por animal y año, dependiendo de la gravedad de la infección. Incluso los propios tratamientos farmacológicos provocan un menor rendimiento, ya que esta leche no puede venderse. Debido a su prevalencia y a los daños que causa en la salud del rebaño y en la producción de leche, los ganaderos lecheros deben vigilar de cerca a su ganado. Pero, ¿cómo se puede gestionar esto en tiempos de rebaños cada vez más grandes y explotaciones lecheras más complejas? La primera línea de defensa en la prevención de los trastornos podales es siempre una buena gestión de las vacas. Esto empieza por proporcionar unas condiciones de alojamiento adecuadas, así como desinfectar y recortar las pezuñas con regularidad. Detectar los primeros signos de cojera es difícil y requiere entrenamiento y experiencia. Las vacas tratarán naturalmente de ocultar cualquier signo de cojera, lo que significa que el número de casos no detectados puede ser bastante elevado. A medida que aumenta el tamaño del rebaño y las explotaciones lecheras se vuelven más complejas, vigilar a cada vaca es más difícil, pero no tiene por qué serlo. Hoy en día, los ganaderos pueden beneficiarse de tecnologías inteligentes que automatizan la vigilancia de los animales.

La inteligencia artificial permite dar un gran salto en la ganadería de precisión

Para la detección precoz y la predicción de cojeras, GEA adquirió recientemente la solución de inteligencia artificial (IA) CattleEye. El sistema CattleEye cuenta con una cámara situada sobre la vía de salida de un sistema de ordeño para capturar y grabar a cada vaca cuando sale de la sala. El software que lo acompaña analiza las secuencias grabadas, centrándose en los patrones de movimiento de los animales para detectar cualquier irregularidad. Mientras evalúa estos patrones, el software asigna una puntuación de movilidad a cada vaca, indicando si los animales están en buena forma física y bien alimentados.

“GEA siempre ha estado comprometida con la salud y el bienestar de animal como condición previa necesaria para una producción de leche sostenible y rentable”, afirma Holger Siegwarth, vicepresidente de Soluciones y Servicios Digitales de GEA. “Implementar tecnologías innovadoras de IA en nuestras herramientas de gestión de rebaños es un paso natural que dar en nuestra filosofía de Next Generation Farming. Gracias a este software basado en IA, los productores lácteos pueden controlar sus vacas de forma más eficaz y precisa, y reaccionar con rapidez para mejorar el bienestar animal y la productividad”, apunta Siegwarth. Otra gran ventaja del sistema CattleEye es que es adecuado tanto para las explotaciones lecheras nuevas como para las existentes, independientemente del sistema de ordeño utilizado. 

Las pruebas científicas demuestran su fiabilidad En 2021, la Universidad de Liverpool llevó a cabo un estudio ciego independiente en tres granjas lecheras del Reino Unido en que se compararon los resultados del sistema CattleEye frente a los resultados de observaciones humanas expertas. El estudio concluyó que CattleEye obtuvo resultados similares a los de un humano experto a la hora de puntuar la locomoción, pero superó al humano en la detección de lesiones en las patas. En un reciente ensayo de control aleatorizado realizado en otra gran explotación lechera del Reino Unido, se observó que solo el 6% de las vacas monitorizadas por CattleEye desarrollaban una cojera frente al grupo de control, en que el 14% de las vacas desarrollaban cojera basándose en el uso de los protocolos de gestión de lesiones existentes. 

“Mientras el sector espera más datos, está claro que las herramientas de IA como CattleEye ayudan a los ganaderos lecheros a aumentar la eficacia y la salud de sus rebaños”, afirma Siegwarth. Ordeñar vacas más sanas significa una mayor producción de leche, lo que ayuda a los ganaderos a seguir siendo rentables al tiempo que cumplen las expectativas de los consumidores en cuanto al bienestar animal.