15 Mar 2017
El litio se utiliza para almacenar energía y para fabricar aleaciones destinadas a las piezas de aviones y naves espaciales, además de formar compuestos que se emplean en cristales resistentes al calor, cerámica y grasas industriales. Las baterías de ion-litio recargables han revolucionado el diseño de bienes industriales y de consumo, desde las herramientas eléctricas hasta dispositivos electrónicos como los smartphones y tablets. Las baterías de litio también se están empleando para almacenar la energía que producen plataformas sostenibles de energía eólica y solar. Sin embargo, el uso con un perfil más alto del litio se encuentra en las baterías de ion-litio que están revolucionando la nueva generación de vehículos eléctricos e híbridos de la industria automovilística.
No hay duda de que el mercado del litio tendrá un enorme auge para satisfacer el mercado de vehículos eléctricos. Los analistas indican que el mercado global de baterías de ion-litio mostrará un incremento de US$ 29,68 mil millones en 2015 hasta US$ 77,42 mil millones en 2024. Un informe sugiere incluso que en 2040 los vehículos eléctricos supondrán un 35% de todas las ventas de automóviles nuevos. Tesla, el reputado fabricante norteamericano de vehículos eléctricos, afirma que en los próximos años su producción aumentará a 500 000 automóviles eléctricos anuales. La compañía está construyendo una macrofábrica en Nevada para poder fabricar todas las baterías de ion-litio que necesitará para energizar sus automóviles.
El carbonato de litio y el hidróxido de litio se están utilizando para producir los materiales que componen los distintos tipos de baterías de ion-litio. Los automóviles eléctricos se están convirtiendo en un producto de transporte cada vez más atractivo, pues las nuevas tecnologías de baterías de ion-litio ofrecen mayor potencia y densidad energética, incrementando la aceleración y permitiendo desplazamientos a mayor distancia.
El litio no se encuentra en la naturaleza como elemento puro, sino que forma parte de los minerales que componen las rocas y el agua de los manantiales. Actualmente, un 70% del litio se extrae de sales minerales que están presentes en lagos de salmuera subterráneos. Bolivia, Chile, Argentina y China poseen las mayores reservas conocidas de litio en la salmuera que existe debajo de sus salinas, incluyendo el desierto de Atacama en Chile. El 30% restante del litio se extrae mediante minería a partir de los depósitos minerales de espodumena, petalita y lepidolita que se encuentran en rocas ígneas, principalmente en Australia.
GEA ha desarrollado en estrecha colaboración con la industria las tecnologías de evaporación, cristalización y secado que son imprescindibles para producir litio a partir de los concentrados de salmuera o de la espodumena. Nuestra cartera de productos incluye sistemas de filtración por membranas y precipitación para eliminar las impurezas, separación centrífuga de sólidos y líquidos, además de concentración, purificación y secado en lecho fluido de los compuestos de sales de litio. Además, GEA posee una gran experiencia en el secado por atomización para el polvo de calidad para baterías de los materiales de litio de tecnología avanzada.
"GEA ofrece una gran cartera de productos tecnológicos que cubre toda la cadena de producción del litio”, comenta Niels Erik Olsen, miembro del Consejo de Administración de GEA y responsable de Soluciones de Áreas de Negocio.
No existe tal cosa como “una solución para todo” cuando se trata de secar por atomización los materiales destinados a baterías de ion-litio. Los ingenieros de GEA se esfuerzan por individualizar cada solución de acuerdo con la aplicación y las especificaciones, llevando a cabo unas pruebas completas de la planta piloto para garantizar que el proceso genere el polvo de alta calidad que se necesita.
Mejora de los procesos de producción a escala industrial