31 Jan 2022
Con el deshielo de los casquetes polares y los glaciares, la subida del nivel del mar y las costas enteras amenazadas por el calentamiento global, los refrigerantes naturales ofrecen un impacto medioambiental mínimo. Los refrigerantes de hidrocarburos, amoníaco y CO2 son las soluciones más eficientes desde el punto de vista energético y que ahorran costes frente a sus homólogos sintéticos. Nuestra división Heating & Refrigeration Technologies está ayudando a las empresas a cambiar a los refrigerantes naturales para cumplir con las normativas más estrictas sobre gases refrigerantes para reducir las emisiones de efecto invernadero (Protocolo de Kioto) y proteger la capa de ozono (Protocolo de Montreal), dejando de utilizar los gases fluorados.
El amoníaco es el refrigerante natural por excelencia, que sustituye fácil y rápidamente a los que están siendo restringidos o eliminados. La mayoría de sistemas de refrigeración que utilizan gases de efecto invernadero pueden convertirse a refrigerantes naturales que son respetuosos con el medioambiente y que no tienen ningún impacto en el calentamiento global (GWP) ni en el agotamiento de la capa de ozono (ODP). ¿Por qué invertir en refrigerantes sintéticos que podrían durar poco cuando hay sistemas basados en refrigerantes naturales que durarán décadas?
La tecnología probada de refrigeración y calefacción puede adaptarse para ofrecer soluciones innovadoras con amoníaco que sean lo suficientemente robustas como para adaptarse a cualquier aplicación, ya sea para enfriar la cerveza en una fábrica o para el proceso de pasteurización en una lechería. El amoníaco es la opción más rentable y eficiente para todo tipo de equipos industriales y se utiliza como refrigerante en todos los campos de la refrigeración industrial.
El amoníaco podría describirse como un gas de retorno al futuro. No es nada nuevo y existe desde hace mucho tiempo, pero es al mismo tiempo una solución muy moderna. El amoníaco de baja carga es el término positivo y moderno para la tecnología de baja presión con un coste total de propiedad muy bajo, que ha evolucionado para satisfacer las demandas del siglo XXI en cuanto a alternativas sostenibles a otros refrigerantes. En definitiva, el amoníaco reduce las emisiones de carbono al tiempo que ofrece soluciones de refrigeración y calentamiento de alto rendimiento, energéticamente eficientes y sostenibles.
Las instalaciones tradicionales de amoníaco se consideran una ‘obviedad’ en regiones clave como Europa, Extremo Oriente y EE.UU., a medida que más fabricantes de alimentos, centros de distribución y minoristas con sistemas de refrigeración se suman a la tendencia. Las últimas cifras de instalaciones de amoníaco de baja carga en 2021 han registrado un crecimiento en Europa del 11%, en EE.UU. del 13% y en Japón del 24% con respecto al año anterior (fuente Informe ATMO).
GEA cuenta con la experiencia del amoníaco desde hace más de cien años. Algunos usuarios potenciales pueden tener dudas sobre el uso de refrigerantes a base de amoníaco, pero esos temores son completamente infundados, pues las empresas de refrigeración experimentadas tienen conocimientos expertos para instalar todo el equipo de seguridad y ventilación necesario de acuerdo con las normas locales. Además, los equipos de servicio totalmente cualificados y formados se asegurarán de que todas las máquinas se mantengan al más alto nivel
Es seguro de utilizar en cualquier instalación terrestre, desde fábricas hasta calefacción urbana, y a bordo de buques en el mar, como pueden atestiguar muchos valiosos clientes de la industria marina. El hecho es que nuestros clientes marinos llevan años utilizando amoníaco. GEA ha realizado múltiples proyectos con soluciones que utilizan refrigerantes naturales para congelar, conservar y almacenar el marisco a bordo de buques pesqueros.
La versatilidad del amoníaco en múltiples rangos de temperatura está abriendo oportunidades más allá de sus mercados tradicionales. Su rendimiento es mejor que el de otros refrigerantes, ya que proporciona la misma refrigeración con un menor consumo de energía y costes del sistema.
Pidamos a dos de los expertos de GEA que expliquen en pocas palabras por qué el amoníaco es la mejor solución para la refrigeración industrial y por qué las empresas deberían considerarlo como un eficaz sustituto de los refrigerantes sintéticos.
David Blankley, Director de Gestión de Refrigeración Avanzada en GEA Heating & Refrigeration Technologies, dice: “El amoníaco es idóneo para muchas aplicaciones diferentes, pues es un refrigerante muy versátil para todos los niveles de temperatura. Está probado, así que no estamos reinventando la rueda. En los últimos años hemos sido testigos de prohibiciones de gran alcance de sustancias químicas que dañan nuestro medioambiente. Solo con un refrigerante natural los clientes pueden sentirse realmente seguros en el futuro.
“GEA tiene una amplia experiencia y conocimientos en el desarrollo e instalación de sistemas de refrigeración y calefacción basados en refrigerantes naturales de alta eficiencia a nivel mundial. Si está eligiendo soluciones sostenibles, tiene todo el sentido del mundo elegir un refrigerante sostenible”.
Patrick Ackens, Vicepresidente Senior de Ventas, añade: “El amoníaco es un refrigerante muy eficiente y, por tanto, es sostenible porque se utiliza menos energía que con otros sistemas. El gas es un producto natural que vemos en el medioambiente, y es uno de los refrigerantes más baratos en general.
“No está hecho por el hombre, ya existe en la naturaleza y es respetuoso con el ozono y el clima, con un potencial de calentamiento global nulo. Como refrigerante natural a prueba de futuro, el amoníaco también tiene una larga vida útil, por lo que es una gran inversión en comparación con otros refrigerantes en los que podría tener que reinvertir después de 10 años, para actualizar o cambiar a otro. Si invierte en amoníaco, su inversión es segura durante los próximos 30 o 40 años, o incluso más”.
GEA ha suministrado e instalado equipos y soluciones de refrigeración y calefacción a base de amoníaco para diversas industrias como la alimentaria, marina y farmacéutica. Suministramos sistemas energéticamente eficientes que ofrecen un rendimiento hasta dos dígitos superior al de otros refrigerantes sintéticos, lo que también se traduce en una factura energética bastante más barata, uno de los mayores factores de coste de un sistema.
Las organizaciones no tienen nada que perder y todo que ganar con la adopción de tecnologías avanzadas de refrigeración natural. El amoníaco no solo es barato y seguro, sino que también es la mejor opción para reducir aún más los costes de funcionamiento y las emisiones. En definitiva, GEA puede ayudar a cualquier empresa a alcanzar sus objetivos de sostenibilidad como parte de su misión “Engineering for a better world”.