Los hidrocarburos consisten sólo en carbono e hidrógeno. Los representantes comunes de este grupo son los refrigerantes propano (R290) e isobutano (R600a). Ambos tienen un ODP de cero y un GWP de tres, y son baratos y fáciles de obtener. A pesar de su inflamabilidad, también son fáciles de manejar. Además, ya han sido probados en sistemas de llenado de fábrica. En todo el mundo, por ejemplo, cientos de millones de refrigeradores domésticos funcionan con isobutano como refrigerante.
Los hidrocarburos (HCs para abreviar) también funcionan en la refrigeración comercial, por ejemplo, en mostradores refrigerados y máquinas de hielo, o en deshumidificadores de aire y bombas de calor.
Los HC asimismo son adecuados para otras aplicaciones, como la calefacción y la refrigeración, pero también para los sistemas de aire acondicionado en los que el dióxido de carbono alcanza sus límites debido a las altas temperaturas exteriores. Dado que las propiedades termodinámicas de los refrigerantes HC son muy similares a las de los refrigerantes sintéticos, los sistemas de refrigeración pueden diseñarse de la forma habitual. Sin embargo, deben observarse unos requisitos de seguridad más elevados, ya que los HC son inflamables. Aun así, la manipulación de los HC no es un secreto, ya que de lo contrario no se permitiría el uso de estufas de camping o parrillas de gas.
Qué se debe observar
A pesar de la similitud en el diseño del sistema, los sistemas de refrigeración con hidrocarburos como refrigerantes requieren, por ejemplo, compresores y precauciones de seguridad diferentes a las de los refrigerantes sintéticos. Por lo tanto, no es posible sustituir, por ejemplo, el R134a por hidrocarburos en un sistema existente. Además de los aspectos de seguridad derivados de la inflamabilidad de los HC, el aceite utilizado en el compresor desempeña un papel importante. Las plantas más grandes también requieren sistemas de detección de fugas y protección contra incendios. El llenado y la recarga del hidrocarburo refrigerante sólo puede ser realizado por personal especialmente capacitado.
Los costes adicionales del sistema que surgen de la tecnología de seguridad requerida son generalmente compensados por los menores costes del refrigerante. En vista de que los refrigerantes sintéticos siguen subiendo de precio (p. ej. para el rellenado), los HC ofrecen una clara ventaja en términos de eficiencia económica.