La ofensiva del PET

18 Oct 2021

Considerado hoy un problema medioambiental, el plástico PET bien podría ser la solución del futuro

Considerado como un problema medioambiental en la actualidad, el plástico PET bien podría ser la solución del futuro.

¿Cómo envasar alimentos y bebidas para una población mundial creciente en un planeta que se calienta? Normalmente, con plástico. Y con razón. Aunque cada vez se le considera más como un “agresor” del medioambiente, en realidad el plástico sale bien parado frente a otras opciones de envasado en una serie de retos de sostenibilidad global: desde la seguridad alimentaria hasta las emisiones de carbono, pasando por la conservación de recursos.

Las botellas de bebidas hechas de plástico PET son un buen ejemplo. Con los residuos de plástico en nuestros océanos y la amenaza de los microplásticos para la salud de los animales y los seres humanos, estos y otros tipos de envases de plástico se han convertido no solo en omnipresentes, sino en infames. Sin duda, la eliminación descuidada de los residuos plásticos es un gran problema, y los expertos coinciden en que se necesitan urgentemente políticas y sistemas que promuevan el reciclaje de plásticos en todo el mundo. Aun así, merece la pena examinar más detenidamente este material: PET, también conocido como tereftalato de polietileno y poliéster. Aunque es innegable que hoy es un problema, el PET también podría ser parte de la solución del mañana.

¿Ovejas con piel de lobo?

En 2020, investigadores italianos realizaron una evaluación del ciclo de vida (LCA) para comparar la huella medioambiental de las botellas PET frente a las de vidrio. Sus conclusiones, publicadas en el “International Journal of Life Cycle Assessment”, clasifican el PET reciclado (rPET) como la opción más ecológica en lo que respecta al calentamiento global, el agotamiento de la capa de ozono, la acidificación terrestre, la escasez de recursos fósiles, el consumo de agua y la toxicidad humana. Las botellas PET quedaron en segundo lugar, seguidas del vidrio retornable en tercer lugar y del vidrio no retornable en cuarto lugar.1 En 2021, otro LCA –encargado por la Asociación Internacional de Agua Embotellada (IBWA)– demostró que las botellas PET de agua son, de lejos, la opción más sostenible en comparación con las latas de aluminio, el cartón para bebidas y las botellas de vidrio, en términos de peso, emisiones de gases de efecto invernadero, uso de combustibles fósiles y uso de agua.2

Impacto medioambiental de los envases de bebidas

Entonces, ¿es el PET realmente nuestro amigo? El estudio de la IBWA, por ejemplo, también indica que las botellas PET más pesadas con etiquetas ‘sleeve’, como las que se utilizan para las bebidas sensibles, tienen una huella significativamente mayor que el cartón en lo que respecta al uso de combustibles fósiles y a las emisiones de gases de efecto invernadero. Esto se debe principalmente a que estas botellas PET consumen más energía que el cartón en la fase de producción. Pero también en este caso, el futuro parece brillante para el PET. En la actualidad, las nuevas tecnologías de producción y esterilización de botellas están reduciendo significativamente el peso de las botellas PET utilizadas para bebidas sensibles, y mejorando notablemente su rendimiento medioambiental. Además, los envases de cartón, que a menudo se perciben como la alternativa “más ecológica” al plástico, son en realidad considerablemente más difíciles de reciclar, en gran medida porque están compuestos por múltiples capas y materiales, incluyendo el aluminio y el plástico. También para los consumidores, el reciclaje de su cartón usado es a menudo un proceso menos “transparente”. ¿Pertenece al contenedor de papel o al de plástico? ¿Y mi comunidad acepta siquiera los cartones para su reciclaje? Sin duda, los sistemas de reciclaje para el cartón multicapa están menos disponibles en todo el mundo en comparación con el PET, y un porcentaje menor de envases de cartón realmente se recicla.

PET reciclado

Para saber más sobre el impacto medioambiental del envasado de bebidas, nos pusimos en contacto con el Centro de Competencia de Soplado, Llenado y Envasado de GEA, con sede en Sala Baganza (Italia), la filial de GEA especializada en tecnología de embotellado aséptico para bebidas a base de leche y otras bebidas sensibles, como zumos y batidos. En función de las necesidades de sus clientes, GEA ofrece tecnología integrada de llenado y taponado aséptico, descontaminación de preformas y botellas, y soplado para cualquier preforma de PET, botellas PET/HDPE y tapones para bebidas de alta y baja acidez. Su máquina de moldeo por soplado aséptico rotativo, la primera del mundo, es una de las soluciones que ayudan a reducir el peso y la huella medioambiental de las botellas PET. Desde hace más de 30 años, la misión de GEA es ofrecer soluciones de embotellado lo más seguras, eficaces y sostenibles posible. Y el plástico es su clara elección.

Proteger los valiosos recursos

La directora de innovación de GEA es la Dra. Barbara Bricoli. Especialista en I+D, Bricoli ayuda a GEA a mantenerse a la vanguardia en cuanto a rendimiento –y sostenibilidad– de sus sistemas de embotellado. Esto incluye probar los “límites” del PET reciclado y otras alternativas más sostenibles al PET virgen convencional, como el PET de base biológica. Su objetivo: el producto de bebida más seguro, fresco, nutritivo y duradero posible, envasado en botellas con la menor huella medioambiental posible. “Creo que la gente tiende a pasar por alto lo más importante del envase: el contenido”, dice Bricoli. “En nuestro caso, nos especializamos en bebidas a base de leche y otras bebidas sensibles y, dada la creciente demanda mundial de alimentos y bebidas nutritivas, estos contenidos son realmente recursos preciosos”.

El PET es el que mejor garantiza su seguridad e integridad nutricional, a la vez que minimiza el desperdicio de alimentos, que es en realidad un problema medioambiental crítico”.- Dra. Barbara Bricoli, Directora de Innovación, Tecnologías de Líquidos y Llenado de GEA

- Dra. Barbara Bricoli, Directora de Innovación, Tecnologías de Líquidos y Llenado de GEA

De hecho, el impacto medioambiental del desperdicio de alimentos es grande. El estudio “La huella del desperdicio de alimentos” de la FAO revela que la huella de carbono de los alimentos desperdiciados equivale a unas 3,3 gigatoneladas de CO2. Si el “despilfarro de alimentos” fuera un país, ocuparía el tercer lugar en emisiones, solo por detrás de EE.UU. y China.3 Como señala el estudio, los alimentos no consumidos también desperdician enormes cantidades de tierra cultivable (casi el 30% de la superficie agrícola mundial), consumen una enorme cantidad de los recursos de agua dulce de la Tierra y tienen un impacto muy negativo en la biodiversidad.

La reducción del desperdicio de alimentos es un factor importante para afrontar los retos medioambientales actuales. Y cuando se trata de bebidas sensibles, la reducción de los residuos comienza con el primer paso crítico del embotellado: el llenado aséptico. “La descontaminación es otro aspecto del envasado que se pasa por alto, pero es realmente el factor número uno para nosotros: resulta fundamental para la seguridad alimentaria, para prolongar la duración de almacenamiento y para minimizar el desperdicio de alimentos. Y en esto el PET aporta ventajas adicionales”, dice Bricoli, que es doctora en química. “El PET puede ser moldeado en casi cualquier forma. Nos aprovechamos de ello trabajando con preformas ligeras, que podemos descontaminar antes del soplado. Esto resuelve el problema de la contracción durante la esterilización, por lo que podemos utilizar botellas más ligeras que tienen menos plástico. También significa que empleamos mucha menos agua y productos químicos en el proceso de esterilización”. Otro beneficio para el medioambiente.

Desperdicio de alimentos
Un reciclador natural

Sin duda, la durabilidad del PET es un problema cuando llega a nuestros océanos, ríos y vertederos porque no se degrada, ni biológica ni químicamente. Pero esta característica apunta a lo que quizá sea su beneficio medioambiental más intrigante: es infinitamente reciclable. El PET usado, que es lo mismo que el poliéster, puede utilizarse no solo para fabricar nuevas botellas y envases de uso alimentario, sino todo tipo de artículos: desde alfombras, hasta ropa, piezas de automóviles y materiales de construcción. Una vez limpiado, triturado y fundido, el PET reciclado es indistinguible del PET virgen y está listo para adoptar una nueva forma y función. Para llamar la atención sobre esto, el Museo del Plástico abrió sus puertas en Madrid en mayo de 2021 para mostrar los muchos usos y beneficios inesperados de los plásticos. Diez días más tarde, en el Día Mundial del Reciclaje, todo el museo –el edificio y todos los objetos expuestos en su interior– se recicló por completo. No se trata solo de una buena idea. Hace tiempo que los fabricantes han empezado a utilizar el PET reciclado como un material valioso que ahorra recursos. Y con la creciente concienciación del público, las empresas no solo hacen el bien, sino que también hablan de ello. Como ejemplo, Grundig anuncia con orgullo el uso de PET reciclado para fabricar las carcasas de los tambores de sus lavadoras y secadoras.

En GEA, la atención se centra en el empleo de PET reciclado (rPET) para las nuevas botellas de uso alimentario. “El rPET es probablemente la tendencia más importante ahora en el embotellado, con las nuevas normativas que exigen cantidades mínimas de rPET”, dice Bricoli. La Directiva sobre plásticos de un solo uso de la UE, por ejemplo, exige que las botellas PET contengan un 25% de material reciclado para 2025 y que todas las botellas de plástico para bebidas contengan un 30% de material reciclado para 20304. La cuestión en GEA es si el rPET plantea algún problema para el embotellado seguro y eficaz de las bebidas. Bricoli y su equipo de I+D se propusieron responder a la pregunta comparando el rendimiento de las botellas PET virgen, 50% de rPET y 100% de rPET en dos procesos asépticos diferentes: la esterilización en seco con peróxido de hidrógeno (en las preformas) y la esterilización en húmedo con PAA (en las botellas). “Descubrimos que la cantidad de rPET utilizada para la preforma o la botella no influyó en el proceso de esterilización en términos de eficacia microbiológica y de residuos químicos en el envase tras el tratamiento”, informa Bricoli. “Así que, ciertamente, para el proceso de descontaminación, hemos demostrado que el comportamiento del rPET es el mismo que el del PET virgen”. Hoy en día, los sistemas de GEA admiten el uso de 100% de rPET. “La única preocupación con el 100% de rPET es el color ligeramente amarillo”, añade Bricoli. “Pero esto puede solucionarse empleando aditivos de color en el plástico: la botellas PET ‘Blu’ de Parmalat para la leche son un ejemplo de ello”.

Considerado hoy un problema medioambiental, el plástico PET bien podría ser la solución del futuro
Bio-PET: ¿La próxima generación?

Los beneficios medioambientales del uso de rPET son claros. A medida que se recicla más PET, llegan menos residuos al medioambiente y se necesita menos petróleo crudo para producir granulado virgen. Además, el proceso de reciclaje del plástico es mucho menos intensivo en energía que la producción de plástico virgen a partir de materias primas.5 Pero como no toda la demanda de PET puede satisfacerse con rPET, los investigadores están explorando el uso de PET derivado de cultivos alimentarios, como la caña de azúcar y el maíz, o de materias primas celulósicas, como el rastrojo de maíz. Como alternativa al PET convencional de origen fósil, el PET de origen biológico tiene el potencial de reducir aún más la huella medioambiental. “Hay diferentes rutas para pasar de la biomasa al PET y todavía estamos en las primeras fases de desarrollo, pero las investigaciones demuestran que las emisiones de GEI del ciclo de vida del PET virgen 100% bioderivado (vPET) pueden ser mucho menores que las del vPET fósil o el rPET fósil”, afirma Bricoli. “Un posible inconveniente es que la producción de PET bioderivado consume más agua en general –debido a la materia prima agrícola o, en algunos casos, al proceso de fermentación–, pero yo esperaría que estos procesos se mejoraran a medida que se dedicara más atención y recursos”.

El bio-PET es especialmente prometedor a corto plazo porque, a diferencia de otros plásticos de origen biológico, es de tipo ‘drop-in’: su estructura química es idéntica a la del PET convencional, por lo que puede simplemente “dejarse caer” en la infraestructura existente. “Nuestros sistemas de embotellado y llenado podrían manejar el PET de base biológica hoy en día”, confirma Bricoli, añadiendo que los clientes no lo están utilizando en este momento, muy probablemente porque todavía no está disponible en cantidades suficientes a un precio rentable. Al igual que con los combustibles alternativos, los combustibles fósiles siguen teniendo ventaja en lo que respecta al coste.

Nuestra mentalidad tiene que ponerse al día

Dada su capacidad de ser utilizado, reutilizado y reciclado, así como de producirse a partir de una serie de materias primas diferentes, el PET –en particular, el bio-PET– parece sin duda un candidato para la economía circular del futuro. En este sentido, un documento de 2018 titulado “Plásticos de base biológica: ¿un bloque de construcción para la economía circular?” –publicado en ScienceDirect y presentado en la Conferencia del CIRP de 2018 sobre Ingeniería del Ciclo de Vida en Copenhague– concluye con una nota esperanzadora: “El plástico de origen biológico podría ser un bloque de construcción adecuado en la economía circular si se desarrollan vías de economía verdaderamente circular”. Dada la crítica actual al plástico, puede sorprender a muchos encontrar “plástico” y “economía circular” pronunciados en la misma frase. Pero esta realidad no es muy lejana. La ciencia está ahí, la tecnología está ahí. “Nuestros sistemas pueden manejar el 100 por ciento de rPET y el 100 por ciento de botellas de bio-PET”, dice Bricoli. “El mayor obstáculo en este momento no es una cuestión técnica o la falta de soluciones; es el comportamiento del consumidor”.

PET reciclado

El PET solo es un problema si la gente lo considera un producto barato de ‘usar y tirar’ en lugar del valioso recurso que realmente es”.– Dra. Barbara Bricoli, Directora de Innovación, Tecnologías de Líquidos y Llenado de GEA

– Dra. Barbara Bricoli, Directora de Innovación, Tecnologías de Líquidos y Llenado de GEA

Referencias

1. “Plastic or glass: a new environmental assessment with a marine litter indicator for the comparison of pasteurized milk bottles”, Stefanini, Borghesi, Ronzano & Vignali, International Journal of Life Cycle Assessment, julio de 2020.

2. https://bottledwater.org/environmental-footprint/

3. http://www.fao.org/3/i3347e/i3347e.pdf

4. https://www.umweltbundesamt.de/sites/default/files/medien/421/dokumente/2021-03-23_german_environment_agency_background_paper_recylability_of_packaging.pdf

5. https://www.recycling-magazine.com/2020/06/08/pet-recycling-towards-a-circular-economy/



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