La limpieza de las cubas dentro de la clasificación de suciedad I requiere una distribución de líquido que suministre grandes volúmenes de fluido simultáneamente sobre toda la cuba. Las bolas pulverizadoras estáticas ofrecen muy poca fuerza mecánica, por lo que dependen de que el líquido corra por las paredes de la cuba para crear una fricción superficial o para disolver los residuos del proceso de producción.