GEA puede configurar sistemas de dosificación de sal seca con una capacidad del tanque de 150-300 kg de sal. Cada unidad de nuestra gama está diseñada con eficiencia energética y garantiza unos reducidos costes de explotación y de mantenimiento.
Los sistemas de dosificación de sal seca de GEA están construidos con una cuba con forma de doble cono truncado que se mantiene en constante rotación para evitar que se aglomere la sal, y que se calienta mediante una funda externa.
El tanque contiene los cucharones que vierten la sal en una tolva, desde donde se transfiere a una tubería de transporte. Al final de esta tubería hay un sistema de sinfín de velocidad variable que transfiere la sal al cuajo que sale de la máquina de estirado. El cuajo de queso es transferido a una tolva revestida de Teflon, donde es alisado por una paleta ajustable. El queso se transporta por esta tolva a un tambor rotativo. Un sistema automático de sensores detecta el grosor y velocidad de la pasta hilada estirada a medida que se traslada por la tolva, y envía estos datos a un PLC que ajusta la velocidad del sinfín de distribución de sal, para garantizar que se dosifique la cantidad exacta de sal. El queso y la sal se combinan en un tambor rotativo y se transfieren a una unidad de amasado que contiene los sinfines de contrarrotación. Desde aquí, el queso de pasta hilada con sal se transfiere a la estación de moldeo.
El túnel de mezclado de queso y sal se puede configurar con una tubería para conectarlo a una planta de limpieza in situ (CIP). El lactosuero y los líquidos de limpieza CIP se recogen en una cuba que está conectada a una bomba centrífuga. Las transmisiones de servomotor que accionan los sinfines de distribución y mezcla de sal garantizan un funcionamiento preciso y fiable.
Los sistemas de dosificación de sal de GEA ofrecen ajuste automático y control de dosificación de sal con una tolerancia de precisión del 0,1%. Las unidades se construyen con acero inoxidable AISI 316 para resistir la acción corrosiva de la sal.